miércoles, 29 de febrero de 2012

Max Scheler, Fenomenología y Existencialismo.

El libro, en una cita:
"El bien y el mal están en el acto del querer". (*)
En una frase.
Los valores son perceptibles; se aprehenden de forma intuitiva e inmediata por medio del sentimiento, de forma independiente de los bienes y los fines que persiguen. 


Internet.
Más.
Scheler sitúa la ética como un sentido más del hombre: como el gusto y el olfato, por ejemplo, capaces de captar percepciones: así el sentimiento es capaz de identificar si algo es bueno o malo. 
El hombre es, por tanto, bueno o malo, desde el mismo momento en el que quiere algo: sitúa la ética tras la preferencia, desligándola así de los actos, de los resultados. Los valores morales son como direcciones, no actos concretos. Nos recuerda a la moral del cristianismo, que juzga los actos en función de su intención.
De esta forma rechaza la posibilidad de que algo parezca bueno a una persona y malo o, al menos, indiferente a otra. 
Según Kant, no debemos supeditar el valor moral y la voluntad a la causalidad empírica: sería reducir la razón práctica en racionalidad técnica. 
Pero ¿dónde empieza el "querer"? La respuesta es compleja tanto desde un punto de vista psicológico (el subconsciente de Freud, la conciencia de Jung...) como desde un punto de vista más físico (F. Mora). El proceso de toma de decisiones es muy complejo y está impregnado, antes de su componente racional, por un fuerte sesgo emocional al que no tenemos acceso consciente. 
Por otra parte, ¿dónde está lo aprendido, el sesgo cultural? Las costumbres primitivas responden a un objetivo (como nos muestra M. Harris). Ante el mismo acto, con toda seguridad hombres de diferentes épocas y culturas lo juzgaran de forma antagónica... 
¿Existe una base sobre la que apoyarnos, unas leyes universales? Kant nos propone que tratemos a la persona como fin en sí misma, y en definitiva no hacer al prójimo lo que no quieras que te hagan a ti: que la máxima de tu acción se convierta en ley universal. ¿Es esto suficiente para atajar los conflictos entre culturas a los que nos enfrentamos en el s.XXI? A esto tratan de responder los pensadores posmodernistas.



(*) Texto extraído de Doce Textos Fundamentales de Etica del siglo XX, Carlos Gómez.


4 comentarios:

  1. hola, un muy buen post,con quienes, me reencontré,profundos pensamientos,que fueron la sustancia, de mi adolescencia,y juventud, y que hoy tienen esa vigencia de lo eterno, de lo que se dice clásico, por una definición errática,de los conceptos,casi casi sacralizados...lo cual,en definitiva,pienso es popular...genial trabajo!
    un abrazo
    lidia-la escriba


    blog actualizado,por si deseas pasar

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  2. Hola Lidia, muchas gracias por tu comentario.

    Creo que este post conlleva reflexionar sobre cómo actuar; hay planteamientos éticos que señalan un modo de actuar como bien por sí mismo, pase lo que pase (Kant); otros busca un objetivo (Aristóteles), etc... Muchas gracias, es verdad que es un tema que no es evidente de tratar.

    Un abrazo,

    Jose

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  3. Cien mil monjes cien mil religiones, cada uno pinta la feria segun le va

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  4. Señor Arnedo dice usted en el encabezamiento:
    Hay libros que merece la pena leer, aunque solo sea por una frase.
    Opino que entonces vale mas comprase un buen libro de frases y se evita uno comprar muchos libros

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