jueves, 6 de octubre de 2011

Aristóteles, Moral a Nicómaco.

El libro, en una cita:
"El hombre se hace justo practicando la justicia".
En una línea:
El fin propio del hombre es la Felicidad, que depende de la virtud tanto moral (el hábito) como intelectual (la educación y experiencia). Hay que obrar bien, sacando de las circunstancias el mayor partido posible: es importante tanto el acto como la intención. Alaba la prudencia como virtud y hace una alabanza a la amistad como base de la felicidad.
En internet:
Aristóteles, Frases célebres, Casa del Libro.
Más:
Es bastante común, considerarnos mejores de lo que somos; en nuestro pensamiento nos presentamos a nosotros mismos como capaces de actuar bien en condiciones que así lo requieran, aunque luego en la realidad no siempre seamos capaces de serlo ("Cómo Funciona el Cerebro", Francisco Mora). 
Hoy en día se educa en valores pero no en virtudes (en hábitos, en fuerza de voluntad); lo cual sólo conduce a la frustración: sabemos qué queremos pero no somos capaces de conseguirlo. Aristóteles propone continuidad de actos, que imprime carácter al hombre, y que el Estado habitúe a los ciudadanos a ser virtuosos. 
La crisis de la posmodernidad muestra que las virtudes propuestas por Aristóteles no son compatibles entre sí: no se puede ser a la vez justo y magnánimo, ni otorgar igualdad y libertad y a la vez esperar justicia (igualdad de resultados).  
En concreto, la definición del libro de justicia consiste en una distribución en función del mérito de cada uno. Esto no soluciona los problemas de las sociedades actuales; en ese sentido me parece más práctica y útil la propuesta por Rawls


3 comentarios:

  1. Muy interesante el planteamiento: "Es bastante común considerarnos mejores de lo que somos, capaces de actúar bien en determinadas circunstancias aunque en realidad no lo seamos"...Un nuevo conflicto que puede desestabilizarnos,de nuevo nuestros cerebros maquinando en detrimento nuestro...¿Tal vez por ello las auto-estimas están tan bajas, tal vez por ello nuestras inseguridades crecen y crecen?...¿Son demasiados aspectos a manejar adecuadamente?...Virtudes, moral, educación,experiencia, intenciones,actos,hábitos,fuerza de voluntad...Y lo más complicado para nosotros: dar sin recibir...¿Cómo se hace esto?...Quizá soy pesimista, pero creo que todas nuestras relaciones esconden como telón de fondo el egoísmo, de una o de otra manera, más o menos camuflado, con un nombre o con otro, todos esperamos algo cuando damos algo, de lo contrario no sufriríamos muchas de las denominadas erróneamente "decepciones", pues éstas realmente se basan en un "quid pro quo" que nuestros cerebros han creado, como consecuencia casi lógica de la implicación que presupone que dar es igual a recibir.
    Muy interesante José.
    Saludos.

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  2. A veces las decepciones vienen también por lo que consideramos justo. A veces el hecho de no ser correspondido no hace daño: Pero sí nos molesta el pensar que, en la misma situación, nosotros hemos actuado de forma diferente.
    Veo que en tu blog recomiendas ""El libro del ego", de Osho. ¿Trata de este tema; me lo recomiendas?
    Gracias por tus comentarios, Sofya,
    Jose.

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  3. Tienes razón José, eso también nos ocurre con bastante frecuencia.
    "El libro del Ego" de Osho habla de ese todo que constituye el yo, muchas veces engañado por el ego y en él se tratan aspectos como: los ideales, el éxito, la mente, el poder, la identificación, la violencia, la política, la meditación, la terapia, la iluminación, la libertad, la normalidad y el ego (son títulos de su índice más o menos), centrándose en la búsqueda individual pero sin dejar de lado los asuntos más urgentes en la sociedad actual.Es un libro que requiere de una lectura lenta para su comprensión y estudio, pero desde luego merece la pena, pues Osho es todo un revolucionario en la ciencia de la transformación interna. Ya me contarás.
    Un abrazo.

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